Un pequeño fragmento del 'Diccionario Jázaro', donde queda claro por qué es un libro fascinante cuya lectura es también una delicia.
[...]Cuando en el verano de 870 Metodio regresó a Moravia, los obispos alemanes le arrestaron, y tuvo que pasar dos años en la cárcel en Ratisbona, donde sólo oía el sonido del Danubio. Fue llevado ante el sínodo para ser procesado, allí fue torturado y expuesto desnudo al hielo. Mientras le azotaban, se inclinaba hasta tocar con la barba el suelo cubierto de nieve y pensaba que Homero y el santo profeta Elías eran contemporáneos, que el estado de la poesía de Homero era más grande que el estado de Alejandro Magno, que se extendió desde el Ponto a Gibraltar. Pensaba que Homero no podía conocer todo lo que vivía y se movía en los mares y en las ciudades de su estado, y que Alejandro Magno tampoco podía conocer todas las cosas que se encontraban en el suyo. Luego pensaba que Homero hasta cierto punto había introducido en su obra también la ciudad de Sidón y junto con ella, sin darse cuenta, también al profeta Elías alimentado por los pájaros después de que Dios lo había abandonado. Pensaba que Homero poseía tantos mares y tantas ciudades en su mundo poético sin saber que en una de ellas, Sidón, vivía el profeta Elías, que se convertiría en el habitante de otro mundo poético, grande, eterno y poderoso como el de Homero, el de las Sagradas Escrituras. Y se preguntaba por último si alguna vez se habían encontrado los dos contemporáneos, Homero y san Elías el Tesbita, emigrado a Galaad, ambos inmortales, ambos armados solamente de la palabra, uno con la mirada fija en el pasado y ciego, el otro obsesionado por el futuro y clarividente, un griego que ha cantado mejor que cualquier otro poeta el agua y el fuego, y un judío que premiaba con agua y castigaba con fuego usando su capa como puente. Hay una faja de tierra —pensó al final Metodio— no más ancha que diez camellos muertos donde los dos hombres pasaron uno al lado de otro. La distancia entre sus pasos es más pequeña que cualquier estrecho pasaje del mundo. Jamás dos cosas tan grandes han estado tan cerca una de la otra. O nos engañamos como todos aquellos cuyos ojos nutren el recuerdo y no la tierra debajo de nosotros...
Milorad Pavić. 'Diccionario Jázaro (Ejemplar masculino)', "El libro rojo", Metodio de Tesalónica (c. 815-885 d.C.), pp. 84-85. Anagrama, 4ta. ed., 2016.
1789.
Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.
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