Una carátula de terror.

Hay carátulas de discos lp y cedés que se han ganado un lugar en el subconsciente colectivo y han conseguido entrar en esa galería de referentes pop que son inmediatamente reconocibles por los más disímiles habitantes desperdigados en disímiles países alrededor del mundo.

Pueden encontrarse carátulas y estuches raros o con un trabajo de ingeniería y diseño gráfico extraordinarios, como aquel estuchito confeccionado para el álbum 'Pulse' de Pink Floyd que incluía leds, un par de diseños de Enigma que se elaboraron en acetatos transparentes, y en México, recuerdo el famoso 'Bajo el azul de tu misterio' que incluía un sobre de plástico sellado relleno de agua de color... sí, adivinó: azul.

En otros tiempos, los discos de vinil jugaron con tonalidades e impresiones muy 'ad hoc', como aquella impresión con el tema de Ghost Busters que ví cuando niño, que tenía impreso el fantasma directamente sobre el disco lp que venía, a su vez, resguardado por una bolsa o estuche de plástico grueso transparente.

Otras, han sido escándalo y piedra de tropiezo para los moralistas y guardianes de las buenas costumbres y las buenas maneras. Archiconocido el álbum de Scorpions que para los ojos modernos y los tiempos que corren resulta imposible, también alguno que otro álbum de Fausto Papetti, o incluso, los cuidados y también atrevidos primeros planos utilizados como portadas de algún álbum de Franck Pourcel.

No obstante, y mirando también con ojos actuales, no puede evitarse el planteamiento de algunas preguntas inmediatas sobre los gustos, corrientes y percepción estética de quienes diseñaban ciertas portadas en tiempos pasados que, lamentablemente, ya son irrecuperables.

Una de esas carátulas, vista, así, de pronto, causa terror. De un gusto pésimo, he buscado rápidamente en el omnisapiente gógle y he visto que efectivamente, esa fue la carátula que presentó al álbum 'J'aime pas quand tu pars' de Nicole Croisille ante el mundo.


"J'aime pas quand tu pars" reza el título del álbum que es también el título de la canción que lo encabeza. ¿Qué quiere transmitir esa carátula? ¿Asombro, miedo, incredulidad, la frialdad del adiós resaltada en esa pésima elección de pintar los iris con un azul que semeja cuentas de vidrio?

Sentidos, intenciones, razones, irrecuperables ya. Pero esta carátula, en verdad que es atroz. De horror.

1754.
Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.

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