So many colors: the gay lobby, and the uncommon sense.


Si hablas en contra del movimiento gay, eres homófobo. Pero está permitido hablar a favor del movimiento gay, incluso si tú mismo no lo eres.

A este punto de sinrazón ha llegado el debate sobre el cambio reciente en la legislación estadounidense, que en el momento de establecerse como una norma avalada por la ley, deja de ser debate para convertirse en 'camino de acción'.

Bien; apelando a esa misma sinrazón, hablaré en contra de la agenda gay, dejando en claro que no soy homófobo. Y que el amor, es verdad, puede salvar al mundo, pero también ha servido como excusa para cometer algunas de las mayores atrocidades registradas en la historia.

La ética y la moral van de la mano con la psicología, la sociología, la economía y la fisiología. Por poner en perspectiva: para que exista un debate ha de discutirse desde una vertiente determinada, con una ideología determinada y una opinión/punto de vista determinados. Por esta razón los debates desde un punto de vista meramente intelectual son útiles, y hasta deseables. Pero la esfera misma del ser humano le permite echar mano de todos los recursos que posee para defender lo que según su criterio ha de ser defendido, y atacar lo que debe ser atacado.

Las repercusiones meramente legales de decisiones gubernamentales como esta, tienen más que nada un peso político y en verdad muy poco interés en la ciudadanía.

Cualquier contrato social, de cualquier índole, es suceptible de ser modificado al arbitrio del gobierno en turno. Más que una victoria de una comunidad -en este caso, la comunidad y movimiento LGBT-, recibir la aprobación para efectuar 'matrimonios' entre personas del mismo género debe verse como una medida que busca incrementar el número de votantes, así como un permiso con fecha de caducidad.

Nada más alejado que la muestra de respeto y equidad que dicha comunidad reclama

Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.

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