'La migliore offerta', o 'Del arte como simulación de la vida y pretexto para los devaneos amorosos'.
Terminé de ver este filme. Ya había sido proyectado por la Cineteca Nacional en fecha reciente, y también comentado a las volandas Ernesto Cisneros-Rivera en su cuenta de Facebook.
La primera impresión: Morricone deja de ser Morricone, sin traicionar a Morricone. La banda sonora es memorable, pero alejada de lo que han sido sus obras más conocidas -cargadas de armonías contundentes y desarrollos temáticos extremadamente lúcidos-.
Si la apreciación estética no me falla, esto se debe a algo esencial del filme: los cuadros de ese harén acompañadas por la tradicional y melosa música de orquestas sinfónicas hubiese resultado empalagosa, indigerible.
Así, distancia de por medio, la música apuntala lo que el espectador ve, pero sin permitirse caer en el juego de ser un agregado más, como una alfombra, alguna columna, o alguna de las increíbles maravillas catalogadas para una subasta de lujo.
Ahora bien: esto fue lo fácil de explicar.
Lo difícil, comprender la razón del éxito de este filme en tierras europeas, y lo difícil de ver que resulta para espectadores 'del lado de acá'.
Asistimos a una elucubración desalmada, fría y mecánica, sin que en momento alguno se nos de una razón, el porqué.
La tensión aumenta minuto a minuto, es tanta la perfección de las situaciones, un desarrollo idóneo, y no obstante Tornatore se permite insertar elementos dispersos, que van dando también un aire de enorme estafa, barco haciendo agua por todos lados, de esa situación de ensueño. Hay algo que no anda, pero no sabemos qué. El cómo.
La iluminación juega constantemente con espacios llenos de luz, pero tapizados de grises, terrosos, una coloratura que se presta a la depresión.
No tenemos, con todo, ese final apoteótico de la fotografía adornando todo un muro, que vemos en otra película hasta cierto punto semejante: 'Damage'. Aquí hay engranajes, juegos de lucidez mental absoluta. Una sinfonía de situaciones, un concerto grosso de estafas y arreglos 'por debajo de la mesa'.
Un filme recomendable, pero con sus caveat: no apto para maníaco-depresivos, ni para alguien que pase por una mala racha amorosa.
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Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.
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