Ojitos pizpiretos, ojitos bailadores.
Pobre infeliz.
En cadena nacional, y por si fuera poco, en el estelarísimo horario y programa conducido por El pez de la auriga, Miguel Ángel Osorio Chong fue increpado por lo menos en dos ocasiones, micrófonos abiertos, para que se declarara sobre algo inmediato y urgente: si cabía la posibilidad de que lo de Péme$$$ haya sido un atentado.
Sudó, se enojó, parpadeó misteriosamente -y nerviosa y nerviudamente también- y dijo que no, que sería una 'irresponsabilidad' mayúscula afirmar sin tener pruebas de ningún tipo, ni a favor ni en contra.
Esto, porque el primer reportero preguntó sobre la posibilidad de una tentado, y después otro, hilando fino, preguntó si podía negarse que hubiera sido un atentado.
Es sabido que en la vida real sucede lo contrario de lo que pasa en la tele. La boda de ilusión y lujo, prinsipezca del Sr. Copete y la Srita. No terminé la carrera, es la antípoda de la pesadilla monstruosa a que se enfrenta el trabajador que maquila para extranjeros quienes lo consideran menos que un caballo, un buey, o por lo menos un pollino.
En cadena nacional no puede, no debe hablarse de un atentado. Porque eso sería poner en entredicho la excelente actuación que está teniendo 'el nuevo gobierno' que realmente regresó con más hambre que nunca, y ha comenzado a disputarse a dentellada limpia lo poco que el anterior dejó de reserva.
¿Atentado? ¡Palabra maldita! Nó. Nadie quiere hablar de antentado. Capaz que si lo aceptamos, entonces los de arriba nos veremos como los pendejos que somos: ocupados en saquear el país, mientras nos descuidamos las espaldas. Hoy fue Péme$$$, mañana pueden ser los pynos, suvurvia, una centralita de Telme$$$... en fin.
México goza de un excelente bufet a que echarle el diente.
Y a usted... ¿qué se le antoja como plato fuerte?
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Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.
Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.
Comentarios
¡En lo que hemos caído!