Entre Hostel y Wrong turn: 'Jue ming pai dui' o '¡Queremos ver sangre!'
'Invitation only', como se le llamó en inglés, es otra de esas películas orientales donde la tortura y el gore están al máximo, salpimentados con un argumento risible. Tan risible, que bien pudiera darse en la realidad, sobre todo en países que nos suenan tan extrañamente lejos a pesar de estar aquí nomás, a la vuelta de la esquina.
Una trama simple: un chofer es invitado por uno de sus patrones a una fiesta super-exclusiva. El chofer argumenta que no tiene apenas ropa decente para asistir, y su jefe accede a pagar todo lo que necesite con tal de que él asista al festejo.
Se cree soñado, y encuentra a otros 3 que comienzan por representar papeles de gente adinerada, a pesar que sus gestos inmediatamente los diferencial del resto de los asistentes.
El juego es aquí huir hasta donde sea posible, antes de caer en las garras de dos enmascarados que los atarán en una silla, para torturalos frente a un público de ricachones aburridos de todo, quienes 'lo tienen todo'. La cámara no rehuye la sangre brotando a borbotones, y los efectos especiales, maquillaje y demás, están muy bien logrados. Con todo, las críticas dan un 4 de 10 puntos en IMDB. A nadie le gusta el argumento. Y nuevamente, será que las mentes occidentales más civilizadas son incapaces de percibir lo que acá, de este lado de la frontera, se antoja plausible día con día. Estamos tan hechos a la idea de la violencia, ejecuciones y demás, que algo de gore como lo del filme resulta no sólo probable, sino completamente realizable.
Para estómagos fuertes, la cinta merece un lugar al lado de Auditio, Ichi the killer, y tantas otras igual de gráficas, sangrientas, y quién sabe hasta dónde, enfermas.
Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.
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