What's happening?
Según lo que mucho se comentó, la elección de Mark Wahlberg para el papel principal de esa película de tintes cataclísimos 'The happening' fue una muy mala idea.
Los menos opinan que Mark funciona bien en papeles de 'marines' con balazos, bazucazos y demás, y que está más plano que una tabla en la cinta de Shyamalan. Hay quienes afirman que el director con ascendencia hindú está en pleno declive, y conforme avanza en su carrera cinematográfica sus películas son cada vez peores.
Como lo mencioné, esas son las opiniones más generalizadas respecto a la cinta, al director y al actor principal.
Con todo ello en contra, y a pesar de eso, el filme me parece bueno, aunque personalmente le habría cortado el último minuto de la cinta, donde 'el evento' comienza a replicarse en alguna parte de Europa.
No podía encontrarse un actor más idóneo para este filme que Wahlberg. El rol de maestro de escuela, con una personalidad siempre mesurada, es acorde con la identidad del personaje como alguien que piensa 'científicamente' todo lo que acaece. Momentos de estrés -como el tiroteo sobre la colina, por un soldado fuera de control- deja en manifiesto la capacidad histriónica de Wahlberg, quien se paraliza ante una situación de peligro sin que en momento alguno pueda dejar de pensar como científico, en la consecuencias de sus acciones, en los porqués, en los diferentes factores a tomar en cuenta ante la amenaza no por invisible, menos letal de la neurotoxina liberada por agentes vegetales.
La narración cinematográfica sigue los patrones que encontramos típicamente en los filmes de Shyamalan, pero con un inusual crescendo. De las escenas más crudas de El Sexto Sentido, pasando por la acción apenas entrevista de 'Unbreakable', hasta la sutileza de "The Village" y sus monstruos esbozados con discursos en correctísimo inglés del siglo XIX, las escenas de los diferentes suicidios casi alcanzan el nivel de escenas "gore".
La primera, con una mujer clavándose una aguja para el cabello, en el cuello, es un preludio efectista, y por tanto, muy eficaz.
Cuando las cosas se salen de control -según lo que sabemos puede esperarse del filme- es a partir del video visto en un teléfono, donde alguien se deja devorar por los felinos de algún zoológico, siendo desmembrado en vida. Shyamalan cede ante la tentación de mostrar a las bestias rasgando y mordiendo, arrancando a dentelladas los brazos del suicida anónimo y público.
Pero el director no se detiene allí, tenemos la escena atroz de un suicida que se lanza bajo las cuchillas afiladas de una podadora de jardín, y ya al final, la secuencia de la anfitriona huraña que despedaza los vidrios de su casa a punta de cabezados, destrozándose el rostro y buscando dañar a sus no deseados huéspedes.
Un evento atroz como este, de aparición súbita, debiera desaparecer también súbitamente, al igual que en su momento sucedió con la atroz peste negra. Este es el argumento del filme, tan simple que el espectador desprevenido exige algo más. Y es quizá un requisito indispensable para gustar de este filme, minimalista y personal, al más puro estilo del hindú: no buscar las escenas apocalípticas, sino la destrucción paulatina y tajante del género humana, en un acto desesperado de depuración de la misma Naturaleza.
Curiosamente, aunque se parangona este filme a 2012 y varios filmes más, en las reseñas que encontré dispersas por la red no se le relaciona directamente con el filme 'Knowing' donde Cage tiene también una actuación medianamente buena, en un argumento similar a este: la tierra como un organismo viviente e inserto en un ecosistema que incluye al sol y al conjunto de planetas cercanos a nosotros.
En algunos momentos del filme, la actuación de Ashlyn Sanchez, sobrepasa a la de Wahlberg. Su interpretación del papel de Jess es totalmente acorde a su edad biológica -11 años en el momento del filme- y sus reacciones ante las diferentes situaciones se cuentan entre lo más resaltable del film.
Una escena clave, que se presta a hilaridad si bien es una apuesta temeraria de Shyamalan, es la de Wahlberg hablando con una planta de plástico.
Habiendo entrado en una casa de muestra para uno de los tantos nuevos fraccionamientos que no dejan de erigirse aquí y allá, todo es ficción, desde los muebles, los vasos rellenos con plástico negro, así que no es de extrañar que la planta también sea artificial. Mark queda en el comedor, y al volver la vista hacia lo que sería el recibidor o sala, se topa con esa planta ante sí. Podemos observar que afuera de la casa el viento sopla, y el descanso brevísimo se ve amenazado por aquella planta, ahora amenazante.
El personaje comienza a hablar a la planta. Diciéndole que no es su enemigo, que estarán sólo un momento más y se irán, que no hay razón para agredirse mutuamente. Acercándose, percibe que la estructura de aquella planta de ornato es sólo plástico. Intenta burlarse de sí pensando en voz alta 'mírate, estás hablando con una planta de plástico', y ya vuelto de nuevo al camino de la cordura y la razón científicas, culmina "¡Y continúas haciéndolo!".
Un filme de estas proporciones no puede tener un final feliz, es más, ni siquiera un 'final' que explique o justifique el guión y la trama. Y este es posiblemente el gran error del hindú, al dar un poco de lo que el público busca, en esa última secuencia que vuelve al filme circular, cíclico, con todos los riesgos que esto implica.
Una buena película, con una buena actuación de Wahlberg, y sobre todo, sorprendentes escenarios, tanto naturales como artificiales.
Como lo mencioné, esas son las opiniones más generalizadas respecto a la cinta, al director y al actor principal.
Con todo ello en contra, y a pesar de eso, el filme me parece bueno, aunque personalmente le habría cortado el último minuto de la cinta, donde 'el evento' comienza a replicarse en alguna parte de Europa.
No podía encontrarse un actor más idóneo para este filme que Wahlberg. El rol de maestro de escuela, con una personalidad siempre mesurada, es acorde con la identidad del personaje como alguien que piensa 'científicamente' todo lo que acaece. Momentos de estrés -como el tiroteo sobre la colina, por un soldado fuera de control- deja en manifiesto la capacidad histriónica de Wahlberg, quien se paraliza ante una situación de peligro sin que en momento alguno pueda dejar de pensar como científico, en la consecuencias de sus acciones, en los porqués, en los diferentes factores a tomar en cuenta ante la amenaza no por invisible, menos letal de la neurotoxina liberada por agentes vegetales.
La narración cinematográfica sigue los patrones que encontramos típicamente en los filmes de Shyamalan, pero con un inusual crescendo. De las escenas más crudas de El Sexto Sentido, pasando por la acción apenas entrevista de 'Unbreakable', hasta la sutileza de "The Village" y sus monstruos esbozados con discursos en correctísimo inglés del siglo XIX, las escenas de los diferentes suicidios casi alcanzan el nivel de escenas "gore".
La primera, con una mujer clavándose una aguja para el cabello, en el cuello, es un preludio efectista, y por tanto, muy eficaz.
Cuando las cosas se salen de control -según lo que sabemos puede esperarse del filme- es a partir del video visto en un teléfono, donde alguien se deja devorar por los felinos de algún zoológico, siendo desmembrado en vida. Shyamalan cede ante la tentación de mostrar a las bestias rasgando y mordiendo, arrancando a dentelladas los brazos del suicida anónimo y público.
Pero el director no se detiene allí, tenemos la escena atroz de un suicida que se lanza bajo las cuchillas afiladas de una podadora de jardín, y ya al final, la secuencia de la anfitriona huraña que despedaza los vidrios de su casa a punta de cabezados, destrozándose el rostro y buscando dañar a sus no deseados huéspedes.
Un evento atroz como este, de aparición súbita, debiera desaparecer también súbitamente, al igual que en su momento sucedió con la atroz peste negra. Este es el argumento del filme, tan simple que el espectador desprevenido exige algo más. Y es quizá un requisito indispensable para gustar de este filme, minimalista y personal, al más puro estilo del hindú: no buscar las escenas apocalípticas, sino la destrucción paulatina y tajante del género humana, en un acto desesperado de depuración de la misma Naturaleza.
Curiosamente, aunque se parangona este filme a 2012 y varios filmes más, en las reseñas que encontré dispersas por la red no se le relaciona directamente con el filme 'Knowing' donde Cage tiene también una actuación medianamente buena, en un argumento similar a este: la tierra como un organismo viviente e inserto en un ecosistema que incluye al sol y al conjunto de planetas cercanos a nosotros.
En algunos momentos del filme, la actuación de Ashlyn Sanchez, sobrepasa a la de Wahlberg. Su interpretación del papel de Jess es totalmente acorde a su edad biológica -11 años en el momento del filme- y sus reacciones ante las diferentes situaciones se cuentan entre lo más resaltable del film.
Una escena clave, que se presta a hilaridad si bien es una apuesta temeraria de Shyamalan, es la de Wahlberg hablando con una planta de plástico.
Habiendo entrado en una casa de muestra para uno de los tantos nuevos fraccionamientos que no dejan de erigirse aquí y allá, todo es ficción, desde los muebles, los vasos rellenos con plástico negro, así que no es de extrañar que la planta también sea artificial. Mark queda en el comedor, y al volver la vista hacia lo que sería el recibidor o sala, se topa con esa planta ante sí. Podemos observar que afuera de la casa el viento sopla, y el descanso brevísimo se ve amenazado por aquella planta, ahora amenazante.
El personaje comienza a hablar a la planta. Diciéndole que no es su enemigo, que estarán sólo un momento más y se irán, que no hay razón para agredirse mutuamente. Acercándose, percibe que la estructura de aquella planta de ornato es sólo plástico. Intenta burlarse de sí pensando en voz alta 'mírate, estás hablando con una planta de plástico', y ya vuelto de nuevo al camino de la cordura y la razón científicas, culmina "¡Y continúas haciéndolo!".
Un filme de estas proporciones no puede tener un final feliz, es más, ni siquiera un 'final' que explique o justifique el guión y la trama. Y este es posiblemente el gran error del hindú, al dar un poco de lo que el público busca, en esa última secuencia que vuelve al filme circular, cíclico, con todos los riesgos que esto implica.
Una buena película, con una buena actuación de Wahlberg, y sobre todo, sorprendentes escenarios, tanto naturales como artificiales.
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Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.
Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.
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