Interlude.
No estuve de vacaciones. Bueno hubiese sido.
Sólo me desconecté un poco del Qvodago, y de algunos otros proyectos. Terminé la colaboración para El Descensor, tengo un maldito cuento que no quiere pasar de la mitad aún cuando ya llegó hasta la hoja número 6, y no he podido componer ni un compás de nada, porque amén de no tener ni inspiración ni perspiración, los tiempos en casa han sido aciagos.
Como sea, en la próxima semana nos pondremos al día.
O quizá antes, ya saben que en estos dominios dejados de la mano de Dios, las cosas suceden no antes ni después, sino todo lo contrario -como dice el Sr. Olague.
Salus.
Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.
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