Lectura, artes visuales, blogs, Twitter y Facebook: mis observaciones.
El gran problema de todas las entradas de todos los blogs donde el título incluye la palabra 'observaciones' es la tendencia a incluir un juicio que aunque admita réplica será siempre 'categórico'. Es decir: será un juicio tendiente a lo absoluto -por más que ese absoluto pueda cambiar- y estará basado en la vivencia personal de aquel que lo escribe.
Por eso, aunque esta entrada incluya la susodicha palabra, intentaré hasta donde me sea posible no incluir esos 'absolutos irreductibles' y dejar abierta la posibilidad de que mi situación sea la de un cavernícola que sabe medio usar el teclado del pc.
Lectura y artes visuales:
Mario me dijo en algún post de hace no muchos días que la creación actual no ha incluído con eficiencia lo 'multimedia' para llegar a los que no quieren leer. El argumento es limpio, pero se encuentra situado en el segundo nivel de intelección apenas se profundiza un poco en la cuestión de significado, signo, significante, símbolo y todas esas cosas que Umberto Eco maneja con fruición.
La imagen, el sonido y el color -entendidos como 'multimedia- pueden alcanzar niveles incomparables que incluso superan a los alcanzables por la poesía. Tan es así que hay imágenes que han dado origen a poemas y no sólo a creaciones de esta disciplina; es mundialmente conocido que cierta exposición de cuadros dio origen a un ciclo de composiciones de Mussorgsky. Con esto se establece la validez de esa observación.
Mas la aparente idoneidad desaparece cuando el lenguaje es tratado intrínsecamente como un universo propio, con su horizonte factual bien definido y que aunque puede tener un alto contenido visual, ofrece pocas posibilidades a lo multimedia de representar, e incluso 'adaptar' esos mismos contenidos. Al dictar su conferencia sobre Dante y la Comedia, Borges hace hincapié una y otra vez en el efectivo contenido visual del poeta italiano y también en la necesidad constante de una interpretación, más urgente conforme van desapareciendo poco a poco los referentes que permiten apreciar en su totalidad -si es que esto aún sigue siendo posible- el poema en cuanto tal.
Puede echarle la mano a la poesía esa tan gustada multimedia, mas la lectura que se ejerce en ambos dominios es una lectura distinta. En el ámbito de lo multimedia, la lectura está adaptada a entornos definidos que incluyen sonido, color, algunas veces textura y olfato y gusto.
La lectura desde un punto de vista poético, se yergue como una forma refinadísima del gusto estético, que sobrepasa la materialidad para llegar a la in-materialidad de la palabra (en función de su manejo de ideas y conceptos), produciendo aquello que ya de por sí en el ámbito de lo sensitivo es difícil de recrear, no decir ya 'imitar' en toda la acepción de la palabra.
Según lo que alcanzo a ver, el problema no es que la lectura haya dejado de tener vigencia entre los jóvenes, sino que estamos a un ápice de deshacernos de la tradición o bagaje cultural, aquello que nuestros padres y abuelos -léase tradición judeo-cristiana, greco-romana, egipcia, china y el innumerable cúmulo de tradiciones que faltan de enumerar- nos han legado. Estamos aprendiendo a vivir sin la lectura, y también estamos aprendiendo a vivir sin memoria. Y precisamente la memoria, la palabra, el lenguaje, es lo que nos distingue y nos eleva un poco sobre los irracionales por más que seamos capaces de cometer atrocidades mayores que las vistas entre esos mismos 'irracionales' o 'brutos' -hablando sensu aristotelico-.
No me aterra el hecho de que se pierda el pasado, la tradición. Lo que me causa pavor es la capacidad de automutilación humana cuya conciencia le permite degradar paulatinamente la esencia misma de su ser, sin que esto le importe un bledo.
Somos un mundo más pobre, y esa pobreza la llenamos de sonido, imagen, y algunas palabras. Mas el vacío que nos estamos haciendo en el interior de la conciencia habrá de llenarse no con las mejores cosas de que seamos posibles en cuanto género, sino con las peores, tal como se ha visto -y gracias a esa memoria, a esa tradición y a esa cultura que estamos perdiendo, aún puede constatarse- sucede en las etapas de decadencia.
Blogs, Twitter y Facebook.
Hace no mucho, Jesús Olague rescató alguna noticia referente a la pronosticada y vaticinada muerte de los blogs. Ahora que he buceado en esas cuestiones del féisbuc y medio le pico al tuiter -sí, tengo cuenta, pero no la uso- estoy cierto de una cosa: a los blogs les queda por lo menos una veintena de años más de existencia.
Esto por la sencilla razón de que plataformas como fésibuc y tuiter no están hechas para dar soporte a lo permanente -y ni siquiera a lo transitorio- sino que fueron creadas pensando en la explosiva 'comunicación en tiempo real'.
Como si fuera poco lo que expresa en el nombre mismo, Facebook es la 'cara', el aspecto visible de una 'red social' que nos muestra aquello que queremos ver y saber, dejando abierta la posibilidad de explorar nuevos horizontes con sólo dar un par de clics. Esta comunicación 'en tiempo real' resulta muy deficiente para guardar siquiera atisbos de memoria o constancias de las vivencias personales. Fuera de las páginas, las listas de hipervínculos y los 'profiles' personalizables y más o menos estáticos, lo que aparece en el féisbuc es un montón de datos que aunque sean utilizados por la Cía, Nsa, Pentágono y demás, son eminentemente información personal a la que hemos renunciado al compartirla con la 'red social', y sobre la que una vez compartida no tenemos ningún tipo de ingerencia.
Como proyecto social sería interesante estudiar a fondo qué se esconde tras todos esos programas 'o aplicaciones' que por medio de juegos afinan cada vez más y más el perfil de cada usuario. Haciendo una criba con los parámetros adecuados es factible que se advierta si alguien quiere echarse al plato al preciso de los yunaites, o si algien anda tan depre que en lugar de echarse al plato al preciso de los yunaites volteará la fusca y se atinará entre ceja y ceja pasando a mejor vida.
Y si féisbuc es la cara de esa red social -más abisal que cualquiera de nuestros océanos- el tuiter es más radical.
El análisis detallado de la actividad de cualquier usuario permitiría saber, también con los parámetros correctos y un poco de cronobiología, aquello de lo que es capaz de hacer un usuario cualquiera añadiendo además la bitácora detallada de acciones, gustos y elecciones a un perfil que en todos momentos es público.
En el blog, la esencia misma de la personalidad con su capacidad de mentir y jugar sigue encontrando el lugar idóneo para realizarse y buscar un poco de 'permanencia' en esa red de redes que opta por el 'tiempo real' en vez de la 'memoria'.
Quizá sea cierto, y con los blogs suceda finalmente lo mismo que está acaeciendo con la lectura, y un buen día desaparezcan. Mas ese día seremos, irremediablemente y de una forma incuantificable, desdichadamente más pobres.
Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.
Comentarios
Lastima que decidiste usar o poner palabras como féisbuc, yunaites y tuiter o frases como “echarse al plato al preciso de los yunaites” que le restan armonia y seriedad al texto.
Y si esperemos que Blogger tenga mas vida, por lo menos yo seguire en el ¿Creo?
puse lo que puse y escribí lo que escribí por la misma razón que tú no pusiste lo que no pusiste y no escribiste lo que no escribiste.
Más claro no puedo ser.
Y también, por mí, no hay gas...