Un libro plagado de extraterrestres
Hace un titipuchal de días que Gaby escribió una entrada que por más que busqué ya no pude encontrar, donde se expresaba respecto al libro de Enoch como:
Un libro plagado de raptos y viajes extraterrestres. [Cito -mal- de memoria].
Hoy, vía el blog de Roger Pearse encuentro un sitio dedicado al libro 2 de Enoch... sobre el que hay también un titipuchal de noticias importantes.
Piérdale el miedo a los enanitos verdes, y píquele a gusto a cada link!
Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.
Comentarios
Precisamente ese es el punto de esta miniserie de reflexiones sobre la escritura: dilucidar un poco aquello que se perfila como el sustrato del hecho mismo de escribir -entendido como un lenguaje, palabras, letras, normas- y que parte del escribiente mismo, y que puede o no dar vueltas alrededor de la experiencia propia.
Adrede dejé fuera conceptos tan raros como 'fenomenología', 'hermenéutica', 'semántica' y demás, para no revolver más las habas con el caldo. Tu observación caería precisamente en la primer categoría y/o problema: la fenomenología de toda escritura, entendida como un proceso con sus partes bien definidas, y que tiene como punto de partida la conciencia misma de quien escribe, adaptándose casi inmediatamente el montón de 'requisitos' que recién acabo de escribir. Simplificando hasta el extremo, se tendría un escritor conciente de su escritura, que emplea códigos y signos, y que escribe 'sobre' algo, que puede haber experimentado -aunque no forzosamente, como en el caso de la ciencia ficción- y a lo que da una forma determinada.
Más o menos así es como veo el asunto.
ángeles y seres "raros". Incluso, aporta la noción (aunque no es canónico) a los libros canónicos que tocan el tema de "fuego que no se apagará", y sus relaciones con fisiones nucleares, reacciones en cadena, destrucción planetaria, etc.
Ya veré cómo recupero de algún feed mi "historia perdida"
Besos!
Esas fisiones nucleares, reacciones en cadena, destrucción planetaria y demás es lo que hace -paradójicamente- que ese montonal de textos gnósticos no sean enterrados de una vez por todas en la oscuridad de la amnesia colectiva.
Me encanta ese juego de poner a Enoch seguido de raptos y visitas extraterrestres. Para un académico cualquiera -supongo, porque no lo soy- deberá ser algo así como escribir de Moisés y hacer una comparativa con Supermán.