Todo y nada
El día de hoy, Gaby hace una crítica, concisa y exacta, sobre aquellas frases de todo el mundo, donde se abarca todo y nada. [El sempiterno problema de los 'atributos' de Dios].
Son pocos y raros los casos en que esas frases pre-fabricadas sirven para algo más ajeno al fin para el cual fueron acuñadas: ser medios o salidas fáciles donde encuentran paz, tranquilidad y sosiego las buenas conciencias.
Sin dejar el humor de lado, el tema en sí es delicado y espinoso: ¿realmente como seres humanos, y partiendo de una experiencia personal limitada -por más años y circunstancias que hayamos vivido- podemos tener acceso o siquiera vislumbrar aquello que es -o sería, dependiendo de la postura ideológica de quien se cuestiona- la mente de un Dios 'omni-'?
Hablando sobre otra frase común y prefabricada 'Que sea lo que Dios quiera' hace tiempo, cierta hermana de comunidad se cuestionaba sobre la gravedad del asunto para quienquiera que efectivamente esté 'buscando' a Dios.
'Que sea lo que Dios quiera' significa: me vale madres lo que pase, Dios hará lo que le venga en gana y sea como sea, bailaré con la más fea.
Así, en palabras llanas.
El tópico y lugar común es horrible, más aún cuando se trata, por medio del tópico y lugar común, de llegar a los demás en cuestiones tan sensibles, íntimas y personales, como la experiencia que se tiene de Dios.
Decir que 'Dios lo es todo' es exactamente lo mismo que decir 'Dios es nada'.
Nam stat fua cuiq~ dies, breue et irreparabile tempus.
Comentarios