Leyendo, leyendo, leyendo...

Bien lo saben Carolina, Gabriela: no soy teólogo.

Y cuando veo posts como este:

La analectica Dusseliana y la eclesiogenesis Bofferiana

quedan mis lindísimos ojos cual sendos platos para trinchar.

En fin.

La pregunta inicial, en mi caso es:

realmente tengo algo qué decir?

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