El Yunque, la ultraderecha en el poder

Este libraco, que se lee rápido -3 días a ratos libres ocupó de mi tiempo- está saturadísimo de datos, fechas, indicios, suposiciones, sugerencias y demás.

Es un libro para leer con pies de plomo, y sin dejarse llevar demasiado por la sensación de enojo y coraje que pretende despertar en el lector, efecto que seguramente causará en lectores desprevenidos.

Si bien es cierto que advertimos en la política, en las decisiones, acuerdos, tratados, pactos y demás merequetengues de la élite que gobierna el país, trasfondos no siempre tan claros y 'humanos' como quieren hacernos creer, también es cierto que aunque el Yunque siga existiendo, de aquí p'al real sólo queda la bajada.

Es decir: el intento de hacerse con el poder efectivo de la república ha fructificado, aunque Fox y aunque Calderón no sean del Yunque, pero una vez conseguida la meta, sostenerse en ella es lo más difícil. Y comenzarán los amañamientos -más?- entre sus partidarios, seguidores y demás. No puede ser de otra manera: una organización como esa lleva en sus entrañas el virus, la podredumbre, el cáncer que habrá de consumirle, tarde que temprano.

Y está canijo eso de pensar y actuar sin meditar demasiado las cosas, personalmente puedo ver que hay varios movimientos dentro de la misma iglesia católica en donde se advierte la contaminación de ideas 'de ultraderecha', como si un buen cristiano pudiera prestarse a las artimañanas de un grupo como ese, sin entrar en conflicto con la conciencia propia.

En eso culmina todo: si se comprende que los miembros del Yunque -y de cualquier otra organización 'secreta' o 'discreta' han optado por re-estructurar su escala de valores -y con ello su moral, espiriualidad, misticismo, pragmatismo y demás- entonces adquieren su dimensión justa las atrocidades y atropellos llevados a cabo por los miembros de la organización misma.

No son católicos. No hay que irnos con la finta.

Y Jesucristo, la historia de la salvación, el misticismo que le han tomado prestado al catolicismo, sólo son pretextos para seguir haciendo sus tejemanejes, y mantener a buen resguardo los escrúpulos y cargos de conciencia de los juramentados.


No me trago la idea de que estén haciendo el bien:

Jesucristo no aprobaría las pendejadas que ha hecho el Yunque. Es de las pocas cosas de que estoy completamente seguro.

Comentarios