Desmitificaciones: Sergio Andrade

Los medios, comenzando con Telerisa y siguiendo con los Aztecos, se encargaron de ponerlo por los suelos. Monstruo pedófilo fue lo menos que hicieron pensar al pueblo más corriente que común.

Pocos recuerdan ya el día en que llegó este señor de nueva cuenta, y como prisionero, a pisar estas tierras. Después de sus bacanales con jovencitas 'que olían a fresa' todos pensaron que jamás volvería a pisar las calles.

Y las pisó.

Profeta a sabiendas que su misión iba más allá que fornicar con muchachitas de 14 años, les aseguró dotaciones excelentes a prominentes señores de la industria y gobierno del país.

Andrade lo dijo: 'sé que no voy a durar mucho en la cárcel: hay personas muy poderosas y muy influyentes a quienes no les conviene que diga lo que sé, y a quienes no les conviene tampoco que yo esté encerrado'.

Los videos de Mary Boquitas y la Yapor [que sin duda han de ser videos pornos extremos] han de estar bien guardaditos en la gaveta de algún funcionario de los altos mandos, de algún industrial de esos que se vuelven multimillonarios porque no tienen otra cosa qué hacer.

Andrade era menos monstruo de lo que se supone; este concertista de piano retirado hizo lo mismo que hace el gramero o poquitero con las dosis que vende: de vez en vez olerse una mientras acomoda el resto.

Andrade fue el guardián del harem. Sólo que él no estaba eunuco.

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