La fête II
Pensando en el comentario de Luda... he llegado a la conclusión de que no eran silbatitos ese ruido peculiar que se escuchó de fondo.
Eran las voces doloridas de los perredistas.
Que gritan y chillan como grillos, nadie puede negarlo.
Eran las voces doloridas de los perredistas.
Que gritan y chillan como grillos, nadie puede negarlo.
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